Hola a todos/as. Me gustaría aclarar que esta cuestión a simple vista parece fácil de contestar para cualquier persona, pero si analizamos realmente como funciona la sociedad quizás es la pregunta más difícil que podamos plantear. Es difícil para una sociedad enferma guiarse por la educación real, y digo real porque pienso que venden una falsa educación a cambio de mantenernos en la cochera metidos sin salir. Parece mentira pero nos conformamos con poco y con nada.
El propósito de la educación solo está a pie de aula y solo habita en quienes van más allá de sus propios intereses, pero ni se expande ni la dejan expandir, ya que nuestra sociedad esta controlada.
La educación es un arma política que a los propios políticos les interesa manejar a su antojo, promulgando sus desacertados propósitos para la educación, sin contar con quienes realmente viven la escuela en primera línea de batalla, sin contar con las necesidades de un alumnado mareado por tanto cambio en las leyes educativas y sin contar que en realidad lo que realmente la política educativa produce es que la educación camina sin propósito alguno.
Es por esto por lo que comento que solamente en algunos profesores habita la educación auténtica, ya que éstos están completamente implicados en el cambio.
En mi opinión, el propósito de la educación consiste en que el alumnado sea capaz, en el futuro, de desenvolverse en diferentes situaciones de la vida con total garantía de éxito gracias a la formación que sus maestros le transmitieron en la etapa primaria, los cuales consiguieron que el alumno lograse dicho objetivo gracias a la innovación y el entusiasmo para que el niño/a aprendiese, utilizando una metodología eficaz no solo de contenidos, sino creando una actitud correcta para que el alumno tenga la opción de llegar formarse como una persona bien integrada en la sociedad.
Para conseguir esto la sociedad tiene que ser consciente de que la educación no es, primeramente, un arma para uso político, y segundo, no podemos tolerar ese vaivén de cambios educativos cada varios años, no es sano para nuestro país, pero sobre todo no es sano, a nivel individual y colectivo, para nuestros niños.
Por consiguiente, yo, desde aquí, lanzo campanas al aire y digo ya no solo el propósito real de la educación desde mi punto de vista, que lo escribí anteriormente, sino que animo a los políticos a que su nuevo propósito sea dejar en paz a la educación y que ésta sea regulada por un consejo experto en educación, con una estructura sólida y firme, dando voz y voto al maestro de aula, al maestro que su único sueño es que sus alumnos alcancen sus propios sueños.
Para obtener éxito en el mundo, hay que parecer loco y ser sabio. (Montesquieu).
